GALICIA GLOBAL, EL FUTURO EN EL MUNDO (OPINIÓN) 21-9-2019
GALICIA GLOBAL.
El futuro en el mundo.
- ¡Gallego! Así nos llaman en medio mundo. Y no es para menos como cantaba Zapato Veloz, “Hay un gallego en la Luna”
2,7 millones de habitantes, hay más de 500 ciudades en el mundo en las que cabría toda la población gallega. Con los emigrados sumamos una comunidad casi 3,5 millones, una foto de casi un millón de gallegos repartidos por el globo. Lo que antes era un problema de pérdida de capital laboral, puede llegar a ser un ventaja, tenemos embajadores/comerciales por el planeta, muchos de ellos con presencia política, o experiencia profesional en diversos campos emergentes que pueden ser de gran valía para el desarrollo autonómico. Ejemplo de la posición de nuestras empresas y paisanos quedó claro en la pandemia Covid, sin la logística en Asia de Inditex sería imposible traer material sanitario a España, una jugada imprescindible en nuestras relaciones e imagen exterior. Un clásico, desde Galicia para el mundo, pero hoy el mundo está mejor conectado. Hay que potenciar más las relaciones diplomáticas de carácter económico y menos enfocarnos en el “carretaxe de votos”. Estamos presentes en 143 países del mundo, pisamos más de ¾ de los estados de la tierra. Suma un mantra positivo, la fama de gente trabajadora.
La situación no es nueva, nuestros compatriotas o navegantes llevan haciendo historia en todos los mares y confines. Nuestra bandera es fruto de las partida de barcos a América, nuestro himno se creó en 1907 en la Habana. Somos Galicia, latente Corazón de España, quien pone a gobernantes nacionales, o como decía Fdez Albor, la que corona a reyes, porque los católicos, son de la Casa de Tratámara, detrás del Tambre. La tierra que según la leyenda mandó a Ith, hijo Breogán a la conquista de Irlanda. La que construyó Europa según Goethe, caminando hacia la meca de la cristiandad, Santiago de Compostela. La mina de oro más grande del imperio romano. O el primer reino de la Europa medieval, Regnum Suevorum. La que dio en adopción a sus hijos para ayudar a construir las naciones de iberoamérica.
Galicia es una tierra fértil, tanto económicamente, como naturalmente, tiene 74.000 millones de PIB, supera en el triple a países de la zona euro como Chipre, Estonia o Malta, el doble que Letonia, y por encima de Croacia, Bulgaria o Luxemburgo. En América, es mayor que Panamá, Uruguay, Venezuela, El Salvador, Nicaragua o Haití, en Asia que Baréin, Laos, Camboya, Birmania u Omán… Y con exportaciones crecientes ¡Vamos que en lo pecuniario, Galicia pesa!
Pero existen 6 grandes retos futuros: el económico, el territorial, el demográfico, el urbanístico, el natural y el cultural.
Nuestra economía e industria, aunque está sufriendo una crisis, fue pujante, alimento para resurgir. Históricamente aquí se estableció la primera industria española en 1806, Sargadelos. Las primeras explotaciones de mineral, fábricas de salazón, o la conserva que funcionó como sustento de la Europa de Guerras Mundiales.
La marca Galicia, vende sola, tenemos y elaboramos productos de una calidad excelente, tanto en agro, pesca, mineral o forestal. Pero la clave estará en la transformación de los mismos en factorías, añadiendo valor, con etiqueta de ecológico y sostenible. La madera como uso constructivo, artesanía y mobiliario, sanitario, textil, papel como sustituto del plástico… Crear una gastronomía, pret a porter, salida de nuestros campos, bosques y huertos que son vergeles debido a lo favorable del clima húmedo. También potenciar manufacturas de pescados y mariscos, donde somos punteros, tanto de los caladeros en los que estamos presentes, como en viveros en nuestras rías.
Debemos reconvertir a Vigo y A Coruña, en lo que fueron en los años 20/30, los grandes puertos logísticos cosmopolitas, transatlánticos abiertos al mundo, desplegar aun más la capacidad de exportación de material de calidad
Destaca nuestro carisma acogedor a visitantes, un turismo slow, deportivo, de conexión natural, de plato y cultural. Sin duda seguir apostando y protegiendo este paraíso.
A nivel energético, recoger nuestra capacidad mareomotriz, eólica o hídrica, son una fuerza a canalizar. Hay que sumar el tema tecnológico y la ciencia como aliados, tanto para promocionar dicho productos o alimentar el I+D+I, creando pequeños grupos comarcales de desarrollo conectados con la sociedad civil y las universidades. Y el mayor desafío, ¡Chove! Tenemos la mayor riqueza posible, Ríos y Rías, el Agua. Debemos ser capaces ante el problema del cambio climático de depositar, distribuir y aprovechar, la fuente de la vida.
Territorialmente, la configuran 53 Comarcas y 313 Municipios, más de la mitad carecen de la población suficiente, lo cual nos exige un reforma departamental, mancomunar servicios y hacer más eficiente la administración. Quedaron caducas hasta las provincias de Javier de Burgos de 1833. La realidad gallega es dos grandes bloques, norte y sur, interior y marítima.
En cuanto al reto Demográfico, una población tremendamente envejecida y desruralizada. Apostar por pequeños pueblos intercomunicados, con la idea de valor de vida en el rural, a través de economías sostenibles con los recursos autóctonos, estableciendo sinergias reales. Además hay acoger con urgencia población inmigrante, diversidad, siempre con brazos y corazón integrador.
El feismo, inunda nuestra aldeas, pueblos y ciudades. Y se debe combatir con el uso de material autóctono de cercanía, piedra, losa y madera, además supondrá un recurso económico más la explotación sensata de los mismos. Planes de arte y artesanía en la calle. Precisamos de un pensamiento organicista, re-forestación, donde la convivencia de lo urbano con la naturaleza sea la clave.
En cuanto recursos naturales tenemos una Galicia verde, rica vegetal y animal. Debemos de crear grandes reservas naturales para preservar el medio ambiente. Con una perspectiva de modelo de desarrollo social-natural con estabilidad biológica.
La historia y la cultura gallega son de las más ricas del mundo, somos una zona geográfica transitada por varias civilizaciones que han dejado pegada de abundancia cultural. Pero hay que proteger el ingente patrimonio arqueológico, respetando a nuestros antecesores como ejercicio de memoria. Hai más de 3000 castros, o miles de Menhires, Dólmenes, cientos de asentamientos o fortificaciones, centenares de templos románicos, un antiguo legado industrial... Debemos ser el enlace aliado del portugués por medio del idioma, jugar a ser el puente de encuentro, hispano-luso, una relación con muchos frutos futuros.
Según Darwin, no sobrevive el más fuerte, siempre el que mejor se adapta. Toca resiliencia y saber capear los tiempos. Más que nunca la comunidad se debe construir, dentro y fuera, con involucración activa. Se presentan retos y oportunidades, para esta Galicia Global, y tenemos unas condiciones increíbles que alentar. Como predijo Castelao:
“Solamente preservando nuestras energías autóctonas, nuestra capacidad creadora, es como podremos contribuir a la civilización universal incorporando a ella nuestras creaciones inéditas.”
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